Todos tenemos nuestros días, buenos y malos, y podemos disfrutar de lo que hacemos pero cuando pasan muchos días haciendo muchas cosas y no permitiéndonos disfrutar de nuestro trabajo por una agenda demasiado completa, por recibir a clientes que no valoran el trabajo que realizamos, por terminar tarde todos los días y no poder disfrutar tiempo con gente querida o haciendo actividades recreativas, o descansando, el cuerpo y la mente nos dicen que algo no está bien y terminamos cansados de nuestro trabajo, cuando en realidad somos lo que somos porque lo elegimos y la profesión que ejercemos debería darnos alegría.
Si te pasa esto, hay que parar y pensar... ¿Qué me está haciendo mal? ¿Por qué no disfruto mi profesión como lo solía hacer antes?
Es tiempo de tomar decisiones, podemos:
* Prescindir de ciertos tipos de clientes (tacaño, impuntual, indeciso, desconfiado, disconforme).
* Permitirte tus tiempos todos los días (que tu agenda no explote).
* Tomarte el tiempo para especializarte en algo que queres hacer hace mucho tiempo y no podes por tu agenda completa (sea de tu profesión o no).
Todos estos pequeños cambios que pueden empezar hoy nos permiten ver las cosas desde otra perspectiva.
Te dejo la frase de Steve Jobs: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo".